Mañana se cumplirán las dos primeras jornadas de huelga de la Sanidad Balear. Aun están programados 3 días más de protesta, el día 12 lo protagonizarán los médicos de las Pitiusas, el 13 los residentes y el 25 los médicos de la isla de Mallorca.
En la mente de todos está el que los dirigentes de IB-SALUT "se pongan las pilas" y comiencen cuanto antes a negociar, pero eso no tiene visos de realizarse, o al menos, no con las condiciones que nosotros queremos. Es por tanto necesario comenzar a pensar en los siguientes pasos a dar.
En los últimos días se han puesto ya en marcha medidas que sin ser tan sonadas como una huelga, suponen una medida de presión más fuerte que las propias manifestaciones. Me refiero, como no, al cese de la realización de actividad complementaria no obligatoria y de peonadas. El último hospital en sumarse a la medida ha sido Son Llatzer y desde luego hay que aplaudir su determinación en este conflicto. Hay que esperar que el resto de hospitales y centros de Salud se unan a esta medida.
De cualquier manera, el cese de las peonadas puede utilizarse para sumar reivindicaciones a nuestra protesta. El precio de las peonadas ha de subir también. Desde su instauración, su precio ha disminuido con el tiempo y no me refiero a la actualización pactada -y nunca cumplida- del IPC, sino a dinero real. Podemos hacer como en otras comunidades autónomas donde el precio que se paga en la peonada es por intervención y no por tarde u otras soluciones imaginativas, pero haciendoles sentir que si usamos nuestro tiempo libre, en bien de unas menores listas de espera, queremos que se nos pague como merecemos.
Se han propuesto otras medidas complementarias como negarnos a hacer jefaturas de guardia, aumentar el número de pruebas diagnósticas, recetar las medicinas más caras dentro del espectro terapeútico, extremar el cuidado del proceso diagnóstico, no apurar las altas médicas y la realización de una concentración de protesta en un lugar público.
Las autoridades sanitarias han de ser conscientes del poder que tiene el colectivo facultativo para variar el precio de los procesos y modificar la eficiencia sin por ello dejar un ápice el cuidado de los enfermos a su cargo. ¿ Es esto malapraxis ? Yo creo que no. Quizás tan solo sea volver a una Medicina más centrada en el paciente, menos mecanizada...
¿ Cuanto tiempo hace que no te sientas un rato a charlar con un paciente de sus cosas ? En muchos casos esto, nos aportaría muchos datos útiles para el diagnóstico.
Es una idea...
1 comentario:
Yo insisto en lo apuntado en otro post. La huelga está muy bien, saldremos en los periódicos y tal, pero nada más. Las intervenciones quirúrgicas suspendidas se reprogramarán y las consultas suspendidas se recitarán. La repercusión de dos días de huelga es de risa.
Creo que nuestra estrategia debe basarse en, sin abandonar los días de huelga, adoptar una actitud en el trabajo del día a día que haga ver a los nefastos mandamases del IBSALUT que si declaran la guerra a los médicos, la van a perder. Y nuestras armas fundamentales son los talonarios de recetas, los volantes de pruebas complementarias y el bolígrafo.
En concreto, yo propongo:
1º Prescribir los fármacos que convengan, sin pensar en el precio. Nada de genéricos. No importa que sean muy caros. Protección gástrica a todo cristo, con el últimoquehasalidoprazol bucodispersable, aunque sea oneroso, por ejemplo. Podemos elaborar listas de los fármacos más caros de cada grupo terapéutico.
2º Apoyar nuestros diagnósticos con TODAS las exploraciones complementarias que sean precisas, aunque sea para descartar condiciones patológicas relativamente improbables. Un plus de prudencia nunca está de más. Solicitar interconsultas a compañeros ante la más mínima duda, y si fuera necesario, invertir el tiempo preciso discutiendo cada caso clínico, aunque sea en la cantina. Realizar historias clínicas exhaustivas, como nos enseñaron cuando éramos estudiantes, aunque ello implique pasar una hora con cada nuevo ingreso. Ser extremadamente meticuloso en la anamnesis de cada paciente que viene a Consultas Externas y no obviar detalles de la exploración física.
3º Operar con mayor meticulosidad, si cabe, que con la que lo hacemos hasta ahora. Revisión exhaustiva de la hemostasia, aunque tengamos que esperar media hora lavando el campo. Cuidado extremo a la hora de dar los puntos de colchonero en piel, aspecto a veces olvidado. No apresurarse a sacar al paciente del quirófano. Revisar los apósitos y esperar un rato para comprobar que no hay sangrado en los drenajes. Los compañeros de Anestesia pueden colaborar revisando con mucho detalle el preoperatorio antes de que el paciente entre en quirófano, viendo que no aparezcan roncus de última hora que recomienden aplazar la intervención, esperando a que el paciente esté en condiciones de salir del quirófano, aunque haya que esperar un poco más de tiempo ...
4º Intentar reducir el estrés laboral. Con un culo no se pueden montar dos caballos. Si estamos haciendo una cosa, hasta que no la acabemos, no podemos hacer otra. Y si nuestros jefes elaboran unos cronogramas ajustados, que los retoquen para que podamos dedicar el tiempo preciso para cada actividad. Recordar que no debemos estresarnos; nuestra salud es muy importante.
5º Nosotros no tenemos acciones del IBSALUT. Nos van a pagar la misma mierda hagamos lo que hagamos. Si no nos encontramos bien, debemos pedir una baja y no ir a trabajar. Qué es eso de ir al hospital por la mañana con la nariz congestionada por una inoportuna alergia, con una lumbalgia mecánica o en pleno brote de colon irritable ? Lo suyo es ir al médico de cabecera y pedir una baja de unos días hasta que nos encontremos en condiciones. Otra cosa que no hacemos, y deberíamos, es acudir con más frecuencia a que el médico de cabecera nos visitara, aunque fuera para hacer recetas. Por supuesto, de forma legal, pidiendo permiso y entregando luego justificante del tiempo permanecido fuera. Nos podemos llevar un libro o el iPod para entretener la larga espera. Sabemos que a nuestro jefe les romperá el cronograma nuestra ausencia, pero la salud es lo primero.
6º Como apuntó otro compañero, negarnos a hacer tareas impropias de un médico. Nada de coger teléfonos, nada de pasar recados, nada de ir en persona a dejar o a buscar papeles, nada de ir en persona a buscar nada al almacén ...
7º Las altas médicas son documentos de suma importancia y debemos hacerlas con más escrupulosidad. Qué es eso de ventilar el alta de un hallux valgus en cuatro líneas ? Ya sé que cuesta mucho más tiempo, pero las altas hay que pulirlas mucho más.
Se admiten más sugerencias.
Me atrevo a aventurar que si nuestra actitud cambiara, en breve Thomàs y Pomar nos SUPLICARÍAN que nos lleváramos bien con ellos. Recordad que han de trtar con nosotros durante tres años más, y según cómo sea nuestra actitud, las pueden pasar canutas.
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